Parecía que nos íbamos a equivocar… ¡y nos equivocamos! No debimos
celebrar el triunfo de forma tan apresurada. Ahora la noticia son los 50 goles
de Messi ―gran record para un extraordinario futbolista―, los apodos de los
jugadores del Madrid en el vestuario y la cantidad de cerveza que puede ingerir
el equipo en sus momentos de euforia. ¡Qué error! ¿De qué hablaremos ahora?,
¿de la boda de Íker y Sara? La liga trigésimo segunda es, por culpa de quienes
deciden en asuntos de imagen en el Madrid, remoto pasado.
¡Más materia
gris y menos masa blanca!, señores.
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