Una vez concluida la
Liga, y por efecto de las palabras de Mourinho, la mitad del público español —la
madridista, la buena— se empeñó en
descifrar el porvenir y sentenció que el Balón de Oro debía quedar grabado con
el nombre de Cristiano Ronaldo. La otra mitad, la que en otro tiempo convirtió
la Copa en «chupito» e hizo del pichichi una aspiración demasiado mundana,
replicó instantáneamente que no debían escamoteársele a Messi títulos pasados,
supercopas y mundialitos por los que el asteroide
argentino ya había sido galardonado. Si el espectáculo de nuestra impaciencia
parecía un tanto paleto, el de la yihad culé se hacía doblemente
antiestético por superarnos en sinrazón y emplear argumentos que ellos mismos ya
se habían encargado de desacreditar.
En estas cosas solo ha
podido recrearse la prensa deportiva española durante un corto espacio de tiempo.
Y no solo porque la propia endeblez de la noticia —si es que se puede llamar
noticia— la abocara a la caducidad; sino también porque aceptarla suponía
olvidar el porqué de este tipo de distinciones. Advierto al lector que me
encantaría que Cristiano obtuviera el Balón de Oro pero, ¿es suficiente para alcanzarlo
participar, eso sí de manera destacadísima, en la consecución de un título
doméstico? ¿Son las semifinales de Champions logro suficiente para reclamar honores
internacionales? Si la respuesta fuera afirmativa, ¿por qué nos dedicamos a
escrutar la final de la Copa de Europa en busca de un digno sustituto a Messi?
Todos hemos pecado de
precipitación al dejarnos llevar por nuestros deseos y olvidar que quedan aún
competiciones que permitirán dirimir quién merece los laureles en este 2012.
Imaginemos una actuación brillante de nuestro CR7 en la Eurocopa, que la supercopa
cae del lado del Madrid con hat-trick del portugués incluido —a poder ser en el
Camp Nou—, que tras siete partidos de Liga Cristiano atesora más de una docena de dianas… Ahora imaginemos
todo lo contrario: no hay triunfos ni goles. ¿Es pronto o no para que se decida
quién ha sido el mejor del año?